Desde hace 15 años, cada 30 de junio se conmemora el Día Internacional de las Redes Sociales, una iniciativa impulsada originalmente por el sitio web Mashable en 2010, que ha adquirido creciente relevancia en un mundo donde más del 60 % de la población mundial utiliza estas plataformas a diario.

Lo que empezó como un homenaje a la revolución digital que conectó al mundo, hoy también sirve como espacio para reflexionar sobre el impacto profundo que han tenido Facebook, Instagram, X (antes Twitter), YouTube, TikTok y tantas otras plataformas en nuestras formas de comunicarnos, informarnos, organizarnos e incluso pensar.

El alcance de las redes es monumental: Facebook supera los 3 mil millones de usuarios, mientras que Instagram, YouTube y WhatsApp se ubican en torno a los 2 mil millones. TikTok, por su parte, ya bordea los 1.600 millones, consolidándose como la red preferida entre los más jóvenes. El promedio de uso diario se sitúa en 2 horas y 23 minutos, y aunque ha caído levemente en el último año, sigue siendo una parte central de la vida cotidiana.

Sin embargo, no todo es celebración. En esta jornada también se pone énfasis en los desafíos que enfrenta el entorno digital: la propagación de noticias falsas, la manipulación algorítmica, la pérdida de privacidad, el impacto en la salud mental y el deterioro de la calidad del contenido. Algunos expertos incluso hablan de un fenómeno de “mierdificación” de las redes, donde el incentivo económico y la lógica del clic han empobrecido el valor informativo y comunitario que alguna vez ofrecieron.

Un ejemplo reciente fue el apagón informativo del 28 de abril de este año, tras una serie de atentados. Mientras que años atrás, plataformas como Twitter funcionaban como fuentes de información instantánea y confiable, en esta ocasión, muchos usuarios notaron una desconexión entre lo que ocurría en el mundo real y lo que mostraban sus pantallas.

A pesar de ello, no se puede negar que las redes sociales siguen siendo herramientas poderosas para el activismo, la educación y la movilización social. Han sido fundamentales en movimientos como #MeToo, Black Lives Matter o las campañas climáticas globales, demostrando que, bien usadas, pueden transformar estructuras sociales y amplificar voces antes marginadas.

Durante este 30 de junio, se desarrollan en varios países actividades como foros digitales, charlas sobre ciudadanía digital, talleres de alfabetización mediática y campañas que buscan promover un uso más ético, seguro y crítico de las redes. No se trata solo de celebrar su existencia, sino de repensar el tipo de relaciones y valores que promovemos en línea.

El Día Internacional de las Redes Sociales nos recuerda, en definitiva, que el poder de conectar al mundo lleva consigo una gran responsabilidad. Y que construir un entorno digital más justo, transparente y humano no es solo tarea de las plataformas, sino de todos sus usuarios.